Las Crónicas de Lola: La Plancha, la fiesta y el pana

Plancha:  Utensilio de hierro, ordinariamente triangular y muy liso y acerado por su cara inferior, que en la superior tiene un asa por donde se coge para planchar. En la actualidad, el calor de la plancha procede generalmente de la energía eléctrica.

Plancha: Acción y efecto de dejarte esperando.  Verguenza agravada cuando ya uno le dijo a todo el mundo que el individuo en cuestión iba.

Sábado por la tarde y ahí estaba Lola hablando con Fifa de lo más contentica, la fiesta de Tulio es hoy, y aunque  se había gastado unos cuartos largos en el atuendo para la ocasión, no se arrepentía porque esas fiestas de Tulio por lo general son lo mejor de año, el bonche para comentar.  Pero lo mejor de todo es que ella había invitado a Ricardo y él le había dicho que sí,  que él iba.

–  Ay Fifa, que emoción, Ricardo me dijo hace un rato que él va para la fiesta, déjame llamarlo para explicarle cómo llegar

–  Aló, Ricardo, si.. es Lola, cómo tú estás ?  Ah qué bien, mira te estoy llamando para recordarte que hoy es la fiesta de Tulio, y explicarte cómo llegar a la casa….. (inserte aquí un silencioi prolongado)… Anjá ?, bueno, pues si tú decides que puedes pasar, me llamas y te explico… Hablamos…

Lola, con visible cara de incomodidad cierra el teléfono. 

–  Pero hay que ver que hay gente que cree que el maco e’ peje porque ‘ta en el agua…

–  Oh Lola y qué fue ?

–  Ohhhhh pero y este tipo ??  después que se pasa la semana entera diciendo que sí que él va para la fiesta, que está loco por verme, ahora me dice que « él va a ver si puede pasar por allá ».  Oye esa vaina ??!!  Cómo que yo le estoy rogando… pero ni tanto que huela su flor !  Eso sí a mí nadie me va a dañar mi noche, yo me voy a gozar mi bonche como quiera.

Dicho y hecho, Lola arrancó para su fiesta con sus amigos y entre Presidentes Light,  tragos de Vodka, abrazos y saludos, medio se olvidó del tema, pero así mismo como Brad Pitt la llamó esa noche, pues así mismo la llamó Ricardo.

A medida iban pasando los minutos, el alcohol iba entrando y las inhibiciones iban desapareciendo, Lola que sufre del síndrome del Drunk and Dial, o sea que desde que bebe le da con llamar gente por teléfono, decidió que de alguna forma era buena idea dejarle un mensaje de texto a Ricardo.

Mensaje No. 1 :  Gracias por vernir.

Otra Presidente.

Mensaje No. 2 :  Por lo menos pudiste tener la consideración de llamar.

Un Vodka con cranberry.

Mensaje No. 3 :  Te estas perdiendo de tremenda fiesta, todo está perfecto.  Pero es tu decision.  Ya no te vuelvo a molestar más.  Disculpa la insistencia.

Otro Vodka, se acabó el cranberry, así que este bajó con Naranja.

Mensaje No. 4 :  Pero ni por educación pudiste avisar.  Yo hubiera entendido si algo te pasó.  Pero así es la gente, de malagradecia y desconsiderada, a mi no me llames mas nunca en tu vida.

Se acabó el Vodka, viene trago de Brugal con 7UP.

Mensaje No. 5 :  A mi está bueno que me pase por estar de presentá invitando a cualquier sarpiélago a juntarse con mis amigos.  A mi no me llame !

Y es que la valentía crece a medida el romo entra, de eso no hay duda.  Uno se cree que es la que está más buena, que puede decirle lo que sea a la gente, que es capaz de entrarse a galleta con la mujercita más loca del barrio, en fin que uno es superman.

Mensaje No. 6:  Es más, por mí tú te puedes ir a morir donde no jiedas, desde este momento estas borrado con excremento de felino doméstico, o sea con mierda de gato.

Fifa que tiene rato mirando a Lola como loca “textiando”, va y le quita el  celular.

 – Pero bueno, tu te ‘tá volviendo loca ??!!??  deja que tú veas mañana todo lo que tú escribiste !!

Siguió el coro, siguió el baile… a Lola hubo que llevarla a su casa a acostar, porque ya no daba para más.

Domingo 3:00 p.m., Lola se acaba de despertar, toma el celular y revisa los mensajes, no le han devuelto ninguno, lo cual arroja dos variables:

 1)  Al pana le dio tres pitos y dos flautas los mensajes, seguro le está dando gracias a Dios de que a tiempo se dio cuenta que estaba bregando con una loca

 2) La vergüenza de haber metido la pata hasta el fondo, no lo deja llamarla.

Independientemente de cual sea la razón, Lola acostada en su cama mirando al techo y una tela de araña que se empezaba a formar cerca del bombillo, no pudo más que sorprenderse de la gran capacidad que tiene el hombre de actuar como idiota, no darse cuenta y comportarse como si no pasara nada, esa filosofía de vida que tanto mencionaba la doña plebe de San Juan que vivía por su casa:  que hay gente que es como las gallinas que cagan y no lo sienten.