Qué chulo es ir a Orange!!!

 

El trackpad de mi Blackberry se dañó y como ustedes comprenderán a mí me dio un ataque igualito  al que le dio a Cuba Gooding Jr. cuando ganó el Oscar.  Lloré con jipío y me sentia cual jaiba sin patas sin Twitter, Facebook y el tan odiado a causa de los Broadcasts: el BB chat.

Sufrí síndrome de abstinencia, seguido por un período de calma engañosa, y después de respirar profundamente llamo a Orange a investigar qué tengo que hacer para reclamar mi garantía.  Ganas mías de llamar porque para cualquier cosa que tú necesites hacer en Orange siempre te mandan a “la principal” a que resuelvas.

Cuando llamo y le pregunto al amable representante (porque debo reconocer que era amable el muchacho) cuáles son los pasos para el reclamo, muy atentamente me dice que debo pasar por la principal con el equipo, la caja y mi cédula para hacer el reclamo.  Le explico que no tengo cédula que se me ha extraviado pero que si no hay problemas puedo ir con mi pasaporte.  El representante me pone en Hold mientras investiga si puedo ir con el pasaporte y cuando toma la llamada nuevamente me dice que no, que sólo con la cédula.  Después de yo tratar de explicarle, primero muy calmada y después casi mentándole la madre a los franceses, que en cualquier parte del mundo tu pasaporte es un documento de identidad como cualquier otro, al final la política de ellos dice que es sólo con la cédula, y que no hay forma en el universo y mas allá de que sin mi cédula (y la caja del equipo) ellos me reciban el celular.

Imagínense… casi un año que yo compré ese celular,  sabrá Dios dónde carajos metí yo esa caja! Volteo mi casa en búsqueda y nada.  Hice una redada en la oficina y en una gaveta en un archivo olvidado después de dos días de búsqueda aparece la jodía caja con más polvo encima que la casa de los Munsters (iba a poner “más que una actriz porno” pero se escucharía muy feo y I am a Lady)

Y así arranco mi travesía a la Junta Central Electoral a sacar ese preciado documento llamado cédula que sólo nos sirve para ir a votar, y que gane quien le de la gana de ganar… ah! y para reclamar garantías en Orange. 

Duré dos horas en la Junta, porque aunque hay 6 cubículos habilitados para los duplicados, sólo dos estaban trabajando, luego se fue el sistema y en fin, que fueron dos horas de mi vida perdidas.  Pero eso no es lo peor… yo pensé que ellos simplemente imprimirían una copia de mi cédula anterior y me la entregarían, pero NOOOOOOO, nada es tan fácil y divertido… ellos te vuelven a tirar la foto.  Y yo con este pique… una mujer que no había ido al salón, tú sabes lo que es eso?!?!?! Tuve que meterme al baño a mojarme el cabello y peinarme como Trinity la de Matrix, porque andaba con tremenda greña.

Nota: Quiero mencionar que todo el mundo fue muy atento conmigo en la Junta, y me percaté que había mucho orden y que si no se hubiera ido el sistema yo hubiera resuelto relativamente rápido.  El problema somos nosotros, los que vamos a usar los servicios que no queremos seguir las normas, cuántos ciudadanos indecentes pasaron frente a mí!  Esos ejemplos de “Dominicanos” que me hacen sentir tan orgullosa!  Eso sí, las oficinas gubernamentales deberían poner uniformes a su personal porque ahí la mayoría de las mujeres andaban con unos escotes y los senos encaramados casi en las orejas.

Salgo de la JCE con mi nueva cédula y vengo para mi oficina porque prácticamente perdí toda la mañana en eso, pero con la intención de que al salir del trabajo voy directico a Orange.  Así que al dar las 5 de la tarde salgo cartera en mano, cédula en el bolsillo y caja del celular abajo del brazo.

Llego a Orange, me dan un ticket y me mandan a sentar diciéndome que me llamarán por el número del ticket pero que el tiempo estimado de espera es de dos horas (en mi ticket dice emitido a las 5:56 p.m.), ya que estoy ahí le digo que sí, que espero.  Yo con mi esperanza de que el tipo estuviera exagerando o que por algún motivo me llamaran antes.  Voy y me siento con la cartera en la mano, la cédula en el bolsillo y la caja del celular abajo del brazo.

A eso de las 7 de la noche me atacó el hambre, me fui a pasear para la Plaza las Américas, me compré un quipe y un refresco, ceno con eso y me devuelvo a Orange… Diablo! Iban por el 280 y yo era el 320. Para hacerles el cuento corto me atendieron a las 8:06 de la noche.  Como era de esperarse tuve que dejar el celular, me dijeron que tengo que esperar 72 horas laborables (o sea un viaje de días) para que ellos me digan si me lo arreglaron o me lo van a cambiar.  Le pregunto que si ellos no me dan un celular para manejarme mientras ellos deciden qué hacer conmigo y me dice que no tienen.  Pero saben qué es lo más chulo de todo?!?!  que mientras yo estaba ahí parada frente al representante con la cartera en la mano, la cédula en el bolsillo y la caja del celular abajo del brazo… el tipo no me pidió NADA!!!   NADA!!!!! Yo lo que quería era estrallarle la caja en la cabeza, meterle la cédula en la boca y darle un carterazo.

Gracias Orange por ponerme a pasar trabajo de gratis!  Gracias por la coherencia entre la asistencia telefónica y personal!!  Qué maravilla!!  Qué Chulo es ir a Orange!!!!

Y así, casi a las 9 de la noche, llegué a mi casa…. con la cartera en la mano, la cédula en el bolsillo y la caja del celular abajo del brazo.